Publicado por Terra Home
Ante la duda recurrente de si es mejor invertir en una vivienda nueva o usada, reunimos a nuestros asesores para determinar las razones de porqué comprar un inmueble por estrenar es preferible.
¡No deberás preocuparte por reparaciones inmediatas! Al adquirir una vivienda nueva, los constructores otorgan una garantía de 10 años sobre la estructura del proyecto; mientras que los proveedores una de aproximadamente 3 años.
Si bien es cierto que un inmueble usado puede ser más económico, no existe seguridad sobre su estado estructural o sistemas hidráulico y eléctrico, lo que significará un presupuesto adicional a la inversión de compra de vivienda, en el caso de que debas realizar este tipo de mantenimientos.
Si adquieres una casa en planos puedes realizar modificaciones que se ajusten a tus necesidades y gustos, siempre y cuando las alteraciones no se produzcan en la fachada o estructura de la propiedad.
Es la oportunidad de convertirte en el diseñador de tu hogar y plasmarlo tal como te imaginabas, dado que; además, puedes elegir las tonalidades y acabados que disponga el constructor. Mientras que, si compras un inmueble usado, tendrás que adaptarte al equipamiento previo y a su posible desgaste.
¡Con una propiedad nueva aseguras tu inversión! Con el paso del tiempo y al escoger zonas de alto desarrollo, el retorno económico al realizar la venta de tu casa o departamento habrá incrementado; mientras que, si la propiedad que deseas adquirir lleva 12 años de antigüedad, esta se habrá depreciado en un 15% anualmente desde su quinto año de existencia, por lo que el retorno de una venta futura no será tan fructífero.
Además, pasados los 20 años de antigüedad, las instituciones financieras no otorgan créditos hipotecarios y el avalúo podría ser bajo.
Con el paso de los años, las normativas de construcción se renuevan y esto beneficia a las construcciones, que hoy en día, son 100% eléctricas e implementan materiales, sistemas y equipamientos amigables con el ambiente, lo que a la larga representa un ahorro en luz, gas, agua y calefacción.
No obstante, un inmueble usado puede disponer de tecnología obsoleta, así como de sistemas anticuados de gas centralizado. Cabe destacar que cada 10 años, por seguridad, se debe realizar cambios de tubería, por lo que si adquieres un inmueble de 15 años deberás asegurarte de que el antiguo dueño haya realizado este mantenimiento.
Los nuevos proyectos disponen de amenidades pensadas para el disfrute familiar y están diseñados como una extensión de tu departamento, por lo que podrás disfrutar de varios momentos de diversión y entretenimiento. Viviendas antiguas pueden no disponer de estos beneficios que tanto atraen a compradores.